Nacimiento y Origen
María nació en Nazaret, Galilea, y sus padres fueron San Joaquín y Santa Ana. Se le considera inmaculada, es decir, concebida sin pecado original, una doctrina conocida como la Inmaculada Concepción.
Desde el primer momento de su concepción, María fue preservada de todo pecado original por una gracia y privilegio especial de Dios Todopoderoso y en virtud de los méritos de Jesucristo, el Salvador de la humanidad
Esto significa que el estado original de santidad, inocencia y justicia fue conferido a María desde el primer instante de su animación, y que el pecado original nunca estuvo presente en su alma.
La Inmaculada Concepción de María está íntimamente ligada al plan divino de la creación y la salvación. Ella es la nueva Eva, la Madre del Redentor, que aplastará la cabeza de la serpiente.
El Protoevangelio
l Libro del Génesis, específicamente del Protoevangelio o primera profecía del Evangelio, que se encuentra en Génesis 3:15
- Después de la caída de Adán y Eva, Dios anuncia su promesa de salvación, diciendo que pondrá “enemistad entre ti (la serpiente) y la mujer, y entre tu descendencia y la suya” .
- Esta mujer, que será enemiga del demonio, es identificada por la tradición cristiana como la Virgen María, la Madre del Redentor. Ella aplastará la cabeza de la serpiente, es decir, vencerá al mal y al pecado.
- La Virgen María ocupa un lugar central en este combate entre el bien y el mal, siendo la progenitora del Salvador y cooperadora en la obra redentora de su Hijo Jesucristo.
Establezco enemistad entre tí y la mujer, entre tu descendencia y su descendencia, El te aplastará tu cabeza, y tú le acecharás el calcañar.
2 Sagrada Biblia. Texto revisado, neovulgata, Juan Pablo II, edición típica, Políglota , Vaticana 1978.
La Virgen María es la mujer a la que Dios se refirió en el Jardín del Edén cuando maldijo a la serpiente (el demonio) después de que Adán y Eva pecaran. El texto bíblico que recoge estas palabras (Gén. 3,15) no especifica los detalles de esta enemistad y victoria, pero la Sagrada Tradición y la interpretación bíblica común nos llevan a concluir que el vencedor será una persona individual, el Mesías, a través de su muerte redentora. María, la mujer de la profecía y la nueva Eva, traerá la salvación al dar a luz a Jesucristo, el Salvador.
a) Establezco. Primero, es fundamental notar que quien establece esta enemistad es Dios. Dios es quien habla, y solo de Él puede venir la salvación. “Establezco” es un verbo en primera persona del singular -“Yo”-, refiriéndose a Dios.
Pecado Original
Después de que Adán y Eva rompieron su amistad con Dios a causa del pecado, Dios propone restaurarla: estableciendo una enemistad con el demonio.
b) Enemistad. La palabra hebrea implica una enemistad más radical (separación total), además de ser singular al estar en primera persona, lo que indica una enemistad diversa y más profunda que si estuviera en plural. Solo se usa cuando se trata de enemistad entre personas (la serpiente aquí no se refiere a un animal, sino a un ser personal: el demonio). También, el término hebreo implica una enemistad habitual, implacable y profunda; es una palabra que solo se satisface con derramamiento de sangre. Enemistad total, sin nada en común, que no termina hasta la victoria total de uno de los contendientes. Así, el final del versículo (v. 15) expresa esta culminación de la enemistad con la lucha final y la victoria definitiva de uno de los contendientes.
La Virgen María es la mujer mencionada por Dios en el Jardín del Edén cuando maldijo a la serpiente (el demonio) después de que Adán y Eva pecaran. El texto bíblico que relata estas palabras (Gén. 3,15) no detalla cómo se desarrollará esta enemistad y victoria, pero la Sagrada Tradición y la interpretación bíblica común nos llevan a concluir que el vencedor será una figura individual, el Mesías, mediante su muerte redentora. María, la mujer de la profecía y la nueva Eva, traerá la salvación al dar a luz a Jesucristo, el Salvador.
Las Siete palabras sagradas de Jesús
a) Establezco. Primero, es importante señalar que Dios es quien establece esta enemistad. Él es quien habla y solo de Él puede provenir la salvación. “Establezco” es un verbo en primera persona del singular -“Yo”-, refiriéndose a Dios.
Después de que Adán y Eva rompieron su amistad con Dios debido al pecado, Dios propone restaurarla creando una enemistad con el demonio.
b) Enemistad. La palabra hebrea implica una enemistad más radical (separación total) y, al estar en primera persona, también indica una enemistad singular, más profunda que si estuviera en plural. Solo se utiliza cuando se trata de enemistad entre personas (la serpiente aquí no se refiere a un animal, sino a un ser personal: el demonio). Además, el término hebreo sugiere una enemistad habitual, implacable y profunda; es una palabra que solo se satisface con derramamiento de sangre. Esta enemistad es total, sin nada en común, y no termina hasta la victoria total de uno de los contendientes. Así, el final del versículo (v. 15) muestra esta culminación de la enemistad con la lucha final y la victoria definitiva de uno de los contendientes.
Dogmas Marianos: La Iglesia Católica ha definido varios dogmas relacionados con María:
- Inmaculada Concepción: María fue concebida sin pecado original.
- Virgen Perpetua: María permaneció virgen antes, durante y después del nacimiento de Jesús.
- Asunción: María fue asunta al cielo en cuerpo y alma al final de su vida terrenal.
- Maternidad Divina: María es verdaderamente la madre de Dios porque es la madre de Jesús, quien es Dios.
Vida y Virtudes
María es venerada por su pureza, humildad y total obediencia a la voluntad de Dios. A lo largo de su vida, mostró una profunda fe y devoción, acompañando a Jesús en su misión hasta la crucifixión y resurrección.
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